- Ridiculice a los divulgadores con campañas de desprestigio, haciendo pensar a los demás que éstos se encuentran desequilibrados o que no disponen de información veraz.
- Acuda a actos que realicen y graben a cualquier persona que pueda encontrarse en el lugar y se encuentre mentalmente inestable, ebrio o violento, si no localiza a ninguna persona con estas características, siempre podrá disponer de actores.
- Realice grabaciones de estos eventos, seleccione imágenes concretas y sáquelas de contexto o induzca a malas interpretaciones.
- Utilice la mentira, pues los espectadores no disponen de medios suficientes para comprobar la realidad en su totalidad.
- Persiga a sus integrantes e intente que los expedienten o que les separen de sus trabajos y si no lo consigue, soborne a sus jefes o a jueces si es necesario, con tal de conseguir los objetivos.
- Repita, repita, repita, pues una mentira repetida mil veces, se convierte en realidad para todos.
- Censuren en todos los medios de comunicación oficiales y alternativos cualquier información u opinión que los divulgadores
intenten dar a conocer. - Deniégueles cualquier permiso solicitado para realizar actos en vías públicas.
- Jaqueen páginas web e intenten sabotear los servidores que operan para este fin.
- Introduzcan a personas infiltradas en sus grupos de trabajo para intentar romper las estructuras desde dentro.
- Forme colectivos o asociaciones aparentemente con los mismos fines que ellos y cuando se hayan ganado la confianza del pueblo, desprestigie a los divulgadores reales, muchos les creerán.
- Siembre conflicto y adversidad entre los grupos de divulgación, si pelean entre ellos no lo harán contra quienes intentan someter a los
ciudadanos a la mentira y a la manipulación.
AHORA YA SABES LO QUE HACEN. NO CAIGAS EN SUS TRAMPAS O ENGAÑOS.
Juan Manuel Ramos Mateo
Presidente Policías por la Libertad